lunes, 27 de febrero de 2012

EL HIJO DE NASREDIN


¡HOLA! 
El viernes pasado acompañe a mi prima a su escuela, mientras ella daba la clase, yo la esperaba en la biblioteca, y me encontré un libro, que solo con el titulo llamo mi atención y me encanto. La bibliotecaria me lo presto por una semana, así que quiero compartir con ustedes cada capítulo. Empezando por el principio.

El hijo de Nasredín tenía trece años. No se creía guapo. Incluso estaba tan acomplejado que se rehusaba a salir de la casa. "La gente va a burlarse de mí", decía sin cesar. Su padre siempre le repetía que no hay que escuchar lo que dice la gente porque a menudo critica a tontas y a locas, pero el hijo no quería escuchar nada.
"En tal caso -le dijo un día Nasredín a su hijo-, mañana vas a ir conmigo al mercado."
Muy temprano en la mañana salieron de la casa.
Nasredín Hocha se montó en el burro y su hijo camino a su lado.
En la entrada de la plaza del mercado unos hombres estaban sentados, platicando. Al ver a Nasredín y a su hijo, dieron rienda suelta a sus lenguas: "¡Miren a ese hombre, No tiene piedad alguna! Él va bien descansado encima d su burro y deja que su pobre hijo vaya a pie. Sin embargo, él ya ha disfrutado mucho de la vida, y podría dejarle el lugar a los que son más jóvenes." Nasredín le dijo a su hijo: "¿Oíste lo que dijeron? ¡Mañana vas a venir conmigo al mercado!"
El segundo día, Nasredín y su hijo hicieron lo contrario de lo que habían hecho la víspera: el hijo se monto en el burro y Nasredín camino a su lado. En la entrada de la plaza estaban los mismos hombres. Al ver a Nasredín y a su hijo, exclamaron: "Miren a ese niño, no tiene ninguna consideración. Va tranquilo montado en el burro, mientras que su padre, el pobre vejo, ¡tiene que ir a pie!" Nasredín le dijo a su hijo: "¿Oíste lo que dijeron? ¡Mañana vas a venir conmigo al mercado!"
El tercer día, Nasredín Hocha y su hijo salieron a pie de la casa jalando detrás de ellos al burro, y así llegaron a la plaza. Los hombres se burlaron de ellos: "miren a esos dos imbéciles. Tienen un burro y ni siquiera lo aprovechan. Van a pie sin saber que el burro está hecho para llevar a los hombres." Nasredín le dijo a su hijo: "¿Oíste lo que dijeron? ¡Mañana vas a venir conmigo al mercado!"
El cuarto día, cuando Nasredín y su hijo dejaron la casa, iban encaramados los dos en el burro. En la entrada de la plaza los hombres dejaron que estallara su indignación: "¡Miren a esos dos, No tienen piedad alguna por ese pobre animal!" Nasredín le dijo a su hijo: "¿Oíste lo que dijeron? ¡Mañana vas a venir conmigo al mercado!"
El quinto día, Nasredín y su hijo llegaron al mercado llevando a cuestas al burro. Los hombres se carcajearon: “Miren a esos locos; hay que encerrarlos. Son ellos los que van cargando al burro, en lugar de ir montados en él.”
Y Nasredín Hocha le dijo a su hijo: “¿Oíste lo que dijeron? Hagas lo que hagas en tu vida, la gente siempre encontrara algo que decir y que criticar. No hay que escuchar lo que dice la gente.”



El libro se llama Sapiencia y artimañas de Nasredín Hocha, el loco que era sabio.

No hay que angustiarse!

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